miércoles, 28 de noviembre de 2012

El nacimiento de Julia


El lunes 5 de noviembre, nada especial, como los días anteriores. Me encuentro bien, hago lo de todos los días, Javi ha cogido vacaciones porque ya me resulta cansado estar sola con Diego y para poder disfrutar de estos últimos días de ser tres, pero hacemos vida normal. Por la tarde nos vamos a merendar a Colmenar, nos zampamos un chocolate con unos amigos de la tribu hablando de cuánto faltará… vuelvo conduciendo como si tal cosa. Y nos acostamos como todos los días, incluso durmiendo a Diego en brazos cantando por el pasillo… Llevo unos cuantos días en que por las noches me dan contracciones más seguidas, la cosa se va preparando pero nada hace pensar que falte tan poco.

A las 4:30 de la mañana, me despierta una contracción, como tantas otras de estas noches de atrás. Esta duele un pelín más. Qué ganas de que sea ya el día… En el váter paso alguna más, vuelvo para la cama y noto un chorrillo que me llega hasta el tobillo. Casi no me lo creo… va a ser que sí que queda muy poco! Vuelvo a acostarme, le digo a Javi lo que ha pasado, y me vuelvo a dormir. No me preocupa si es o no es porque no tenemos que salir corriendo, sólo esperar…. 


6:30, otra vez, esta ya me duele. Me voy a levantar. Javi, porfa, monta el chiringuito. Hay que cambiar un colchón de habitación, preparar un radiador, y un montón de cosas que no he querido preparar antes. Toallas, absorbentes, agua, música, un reloj, unas velas, la pelota, el edredón, cojines… Vete a acostar con Diego y saca un rato más de sueño, yo me quedo ya aquí, cuando te necesite voy a buscarte…

7:00, Estoy temblando, no sé si de frío, de nervios o de la emoción, pero creo que es un poco de todo... Paso unas cuantas contracciones de paseo entre la habitación, el baño, la pelota… esto va en serio así que pongo un mensaje a la comadrona que vendrá, otro a mi tía que se vendrá a quedarse con Diego. El caso es que las contracciones duelen pero pasan rápido, son cada 8, 9 minutos… debe faltar aún bastante. Aunque la sensación que tengo es como de huesos… No quiero precipitarme metiéndome en la bañera para que esto no se pare, así que paso el rato entre la habitación y el baño, la pelota, la cama… no termino de encontrar la postura cuando vienen las contracciones, pero cuando se pasan me encuentro como si nada.

8:00, esto ya coge fuerza, llamo a Javi para que venga a estar conmigo. Las siguientes contracciones las encajamos juntos, ya duelen mucho, me cuelgo de él. Siguen siendo bastante separadas, así que seguimos pensando que aún falta… Además, entre las contracciones me encuentro casi como si nada, aún no sé qué es eso del planeta parto. Me da por pensar cómo sería si tuviéramos que salir corriendo a un hospital, cómo dolería eso en el coche, cómo me pondría nerviosa al llegar, la luz, las preguntas, la espera, la camilla, el tacto para ver cómo estoy, qué haríamos con Diego, cómo lo pasaría él, no entendería nada… Javi me dice que no piense esas cosas pero me gusta hacerlo, me reafirmo, me siento segura en mi cueva…

9:00, llega Mariluz, que se quedará con Diego cuando se despierte, se queda en el salón leyendo. Media hora después se despierta el peque y Javi lo lleva para abajo, nos esperarán jugando. Los pingüinos rusos le ayudan a entender lo que está pasando, Julia-pingüino sale de la tripa de mamá-pingüino J CULLAAAAAAA 



A partir de aquí, las contracciones empiezan a ser más fuertes. Noto cómo se mueven todos los huesos de mi pelvis. Me arrodillo en el colchón buscando una postura, me siento, me levanto, no paro de moverme… Javi se pone detrás y me abraza, me sostiene, me masajea la espalda, así pasamos un rato. De repente, un dolor mucho más fuerte, me doy la vuelta y me quedo a cuatro patas, arrodillada en el colchón y con las manos y la cara hundida en el sofá. Me quito los cascos con la música, me sobran. Más bien casi me los arranco de las orejas… Sigo perfectamente consciente, no entiendo qué es eso del planeta parto…

María, estás empujando!! Me dice… igual deberías quitarte el pantalón! Jaja, igual, sí… el radiador lleva un rato encendido así que ya no tengo frío.

El grito que pego se queda en el sofá, pero lo hubieran oído en pekín. Esto dura un rato, ya no son contracciones separadas. Grito con todas mis fuerzas, y me muevo escapando del dolor, siento que casi estoy reptando con la cara por el sofá. Noto que estoy empujando, no pienso lo que hago, sólo siento que mi cuerpo empuja. Se mueve solo. El dolor es fuerte, pero ya no debe quedar mucho. Los descansos son muy cortos. Noto la mano de Javi sobre el coxis, que se mueve cada vez que empujo.

De repente siento que me voy a partir en dos… y grito: no puedoooooo!!! Y oigo a Javi detrás de mí: María que sí que puedes!!, venga que ya le estoy viendo los ojos!! Tardo unos segundos en asimilar lo que me está diciendo… No me lo puedo creer, así que ya está aquí mi niña… qué rápido… y estamos solos… Pero dóoooonde están???? Grito. Ya están llegando, me dice…

Mi cuerpo sigue empujando, oigo a Javi: ya estoy viendo la nariz! Siento una emoción, una satisfacción, un poder, una fuerza, un amor, una ilusión indescriptibles… aquí estoy yo, pariendo a mi hija, en manos de su padre… nada más alejado de lo que fue el nacimiento de su hermano. Siento que me cura, que nos cura. Que está sanando aquellas heridas aún sin cerrar…

Ya tiene la cabeza fuera! Venga, otra más!! Y de repente, plasss!, ya está fuera, mi niña, en manos de su padre. Ha salido con la bolsa intacta. La bolsa que me hubieran roto en un hospital, la abre Javi con cuidado para darme a Julia. Casi no me lo creo, nunca pensé que fuera a ser tan rápido. Son las 10:50 del 6 de noviembre. Exactamente la misma hora a la que mi madre me parió a mí. 



Me siento con la espalda contra la pared, con mi niña en brazos, enseguida empieza a chupetear la teta. Seguimos a oscuras, sólo una pequeña lámpara de sal.

En ese momento llegan las matronas. Todo ha sido muy rápido y no les ha dado tiempo a llegar antes. Y yo siento que en realidad me alegro. Ha sido más bonito así. Subimos un poco la persiana, miran a la niña, está bien, tiene un color fenomenal y ya está buscando su teta. Me toca la tripa, dice que la placenta ya se ha desprendido así que cuando sienta ganas puedo empujar y así hago. Enseguida sale, 15 minutos después que mi nena. Me abrigan, nos dejan disfrutar de este momento… Entra Mariluz en la habitación, y detrás Javi, que había bajado a buscarlos, con Diego: Cullaaaaaaaaa… se me saltan las lágrimas de la emoción. De pensar en mi bebé de 19 meses que se hace mayor de repente, en cómo lo ha encajado, cómo lo ha entendido enseguida, no ha tenido que salir de casa, mamá tampoco se ha ido, hemos dormido juntos esta noche … Sólo Culla que estaba en la tripa ahora está fuera, como el pingüino. Taan natural…

Enseguida se van todos y nos quedamos Javi y yo con Julia en la habitación, alucinando, asimilando todo lo que ha pasado en tan poco tiempo. Asimilando que ya somos cuatro. Asimilando cómo ha sido, que lo hemos hecho solos… indescriptible. Y a la vez, tan natural, tan mamífero, tan increíblemente fácil, tan solo dejando hacer al cuerpo… Y aquí está Julia, sanando todas las heridas, las cicatrices del periné y las del alma. Era posible, y ella quiso que fuera así. Hasta el último momento cuando nos preguntaban cómo íbamos a hacerlo decíamos… será como ella quiera, nosotros lo vamos a preparar en casa pero ella decidirá al final… Y decidió en casa. Y ha sido maravilloso. Gracias Julia…

Al rato vuelven a entrar, tengo un pequeño desgarro superficial que cierran con un par de puntos. Recogen todo, me limpian, me ayudan a vestirme y bajo al salón con la niña en brazos. Nos recibe Diego: Culla, culla cullaaaaa!!!! No para de darle besos… y señalar su cara, su pelo, sus ojos, sus manos… mira, y toma teta!! Cómo tú! Enseguida se coge de la otra teta y yo me siento la mujer más feliz del mundo en la familia más bonita del mundo



,


27 comentarios:

  1. Emocionadísima. Que bonito y que maravilla de parto y de recibimiento a la pequeña Julia. Las dos fotos para enmarcar. Felicidades a los cuatro.

    ResponderEliminar
  2. precioso maria.enhorabuena por todo.por el nacimiento tan bonito.por esa familia tan preciosa.por la alegria y felicidad inmensa que transmites.besos.maria

    ResponderEliminar
  3. pffff... no puedo ni hablar. ¡Enhorabuena!
    Me he emocionado muchísimo.
    Una maravilla...
    CLC

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias guapa... me alegro de que te haya gustado

      Eliminar
  4. Enhorabuena campeona¡¡¡
    Me has hecho llorar a moco tendido y ya la foto con los dos peques al pecho lo ha terminado de rematar.
    Besitos.
    Libertad

    ResponderEliminar
  5. Que bonito te leo por el foro de EPEN, y me ha emocionado. Felicidades. Que ganas de poder volver a parir a los míos y que se pareciesen al nacimiento de Julia, ¡bién por ella!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Cristina, siento que no fuera así... mi otro pequeño tuvo una experiencia completamente contraria así que entiendo lo que dices... un beso fuerte!

      Eliminar
  6. Emocionante, Verdadero, Feliz, Amoroso, Respetado... Un nacimiento cómo deberìa ser...
    Se me caen las lágrimas.
    Felicitaciones, Bienvenida Julia.
    Muchísimas gracias por compartir un momento tan íntimo.

    ResponderEliminar
  7. Enhorabuena!! por todo: por haber conseguido "tu parto" como tú querías,por la familia tan estupenda que la vida te ha regalado, el papel que ha hecho Javi a tu lado en todo momento, y Diego con esa bienvenida tan entrañable a Julia, y por Julia, esa preciosidad rosadita con el un hermoso pelo negro abundante. Me alegro de leer este relato lleno de felicidad, lo que demuestra que el parir puede ser algo maravilloso con sus momentos de dolor. FELICIDADES!!! Esperamos vernos pronto. Muchos Besos Campeona!! Elena, Rafa y Marcos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias chicos, seguro que vuestro próximo peque tendrá un nacimiento bonito... un beso a los tres!

      Eliminar
  8. Gracias por compartir estas vivencias. Gracias por estar ahí dando luz a otras formas de dar a luz, por recordarnos que es posible... Me alegra infinito leer felices finales como el vuestro, me dan fuerzas para labrar mi camino y re-construirme. Sois unas campeonas. Los cuatro lo sois, la grandeza de la humanidad sale por vuestros poros.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias linda... ya verás que sí, que esa reconstruccion es posible, así lo he vivido yo. Muchas gracias por tus palabras y suerte en tu camino!

      Eliminar
  9. Ay nena que no te había dicho lo que me emocionó leer esta entrada. Os merecíais un parto así. Enhorabuena por todo!

    ResponderEliminar
  10. Pues ya sabes lo que pienso de ti y tu fuerza así que poco mas que añadir. Gracias María por seguir enseñando me tanto y enhorabuena por esa sanción que se tanto necesitabas. Cuando estamos conectados la vida solo puede regalarnos aquello que realmente necesitamos. Un besazo preciosa.

    Cielo

    ResponderEliminar
  11. María...me he hartado de llorar leyendo el nacimiento de Julia y las historias de Diego...te leo desde EPEN...os deseo toda la felicidad del mundo...un beso enorme...
    Iria

    ResponderEliminar
  12. Jolín nena, qué relato tan bonito y tan brutal, otra que está aquí a moco tendido. Me quedo con esa frase del conjunto de emociones que te invadió cuando Javi te dijo que ya le veía la nariz. Me alegro tanto de que esta preciosa Julia además venga a sanar tantas cosas. Un beso enorme para toda la familia ;)

    ResponderEliminar
  13. Que sepáis que vuestro blog me hace llorar como nada en muchos, muchos años.
    Que bien contado, que emocionante, que fuerza, cuanta, cuanta vida de la buena se respira aquí.

    Un beso muy fuerte!

    Luis (padre de Aitor)

    ResponderEliminar
  14. Soy Virginia, de Doulas....Te iba a decir que por más que lo leo, aún después de haberlo oido de tu boca, es bonito bonito. Un beso muy fuerte. Estoy deseando volver a veros a Julia y a tí

    ResponderEliminar
  15. María, Javi, Diego,Julia,gracias por nacer y renacer asi y por vivir como lo haceis
    Tu relato María me ha emocionado el alma, ham brotado lágrimas de vida en mi interior, agradeciendo a la vida conoceros. Gracias por ser, por existir, por hacer otro mundo más humano y amoroso posible
    Os quiero, familia!
    Cris

    ResponderEliminar